Un nuevo viaje comienza hoy…

Un nuevo viaje comienza hoy…

Nuestra famosa mezquita de Córdoba.

El comienzo un nuevo viaje de aprendizaje literario…

Tras bastante tiempo retirado de mi afición favorita (la escritura), al fin emprendo un nuevo y apasionante viaje: la creación mi nueva novela. Ahora se inicia un largo proceso de recabado de datos y consultas de información, con el fin de poder prepararme para el arduo proceso de escritura. Espero poder crear la mejor historia posible sobre lo que me muero de ganas por contar. Lo mejor de todo, es que lo hago en casa. En la Córdoba histórica que no conozco tan bien como me gustaría y sobre la cual, pienso aprender muchas cosas en el proceso. Me siento profundamente emocionado con este nuevo viaje, con sus personajes que revolotean en mi mente y con una nueva historia que me hace vibrar con intensidad.
El precioso Alcázar de los Reyes Cristianos.
Ni que decir tiene que será una novela de género fantástico. Es mi favorito desde siempre así que seguiré la senda marcada por mi anterior historia, pero aspirando a mucho más. Para mí es un proyecto muy ambicioso porque no he escrito nada de este tamaño ni con tantos personajes. Tengo muchas ganas de plasmarlo en palabras y que quede mejor aún de cómo me lo imagino.
El reformado puente Romano.
Puede que este post parezca un paso minúsculo en esta aventura y que ahora se me antoja enorme. No importa. La experiencia me ha enseñado que el primer paso de un viaje casi siempre es así. En fin… Espero que las musas me sean propicias y que todo aquel que me lea, considere que ha merecido la pena el precio del viaje. Intentaré ir sembrando el camino de notas sobre el proceso de creación y también tener la web actualizada de noticias. ¡Deseadme suerte! Gracias por leerme.
Un nuevo viaje comienza hoy…

Alita, angel de combate. La espera ha terminado.

El manga que parecía imposible de adaptar.

 

Buaaaaaaaaaaaaaaaaah que pasadaaaaaaaaaa!!!! Me ha encantado encantado el trailer de esta Alita, angel de combate. Para cualquiera que haya leido el manga es un gran regalo. Todo te suena realmente familiar en este trailer porque parece estar todo lo que tiene que estar. Menos la sangre, claro. Tenía miedo por como llevaría Robert Rodriguez este material cuando James Cameron le cedió el proyecto. Se puede meter la pata de muchas maneras con esta historia, pero, al parecer, el zorro Cameron ha atado en corto a Rodriguez. 😉

El manga de Yukito Kishiro siempre fue uno de mis favoritos.

 

It (2017). Mi crítica. Todos flotan aquí abajo y tu…, también flotarás.

It (2017). Mi crítica. Todos flotan aquí abajo y tu…, también flotarás.

Con espoilers menores del libro y de la miniserie de los 90. ¡Avisados quedáis!

Aún recuerdo lo estupendamente mal que lo pasé leyendo IT (Eso), de Stephen King. Me tuvo tan enganchado de principio a fin, que cada noche me iba a la cama con muchas pesadillas. Fue el libro con el aprendí que un buen tocho de muchas páginas, no es sinónimo de aburrimiento; si lo que te cuentan es bueno, cuanta más historia, mejor. La miniserie basada en la novela tuvo muchos aciertos (Tim Curry) y también muchos errores (falta de presupuesto, ese horroroso final que era igual de horroroso en el libro), pero conseguía momentos ciertamente escalofriantes, que todo hay que decir, no han aguantado muy bien el paso del tiempo.

De todas formas, Stephen King, y Eso en particular, forman ya parte del patrimonio sentimental de varias generaciones de lectores y antiguos adictos al videoclub. La nostalgia impregna cualquier experiencia relacionada con este título, y también, cómo no, esta nueva adaptación, dirigida por el argentino Andy Muschietti, que apela sin desvergüenza a nuestros recuerdos, a nuestra idea de la infancia, a los lugares comunes del paseo en bicicleta, los amigos, el calor y al amor en la pubertad.

Fotograma de la película de New Line Cinema.

Muschietti incluso se atrevió a cambiar la época en la que se desarrollaba el relato original –los años 50– y llevarlo hasta los 80. Es una decisión inteligente porque busca a los espectadores que leyeron la novela en los 80 y vieron la miniserie después, para atraerlos a las salas de cine como ha ocurrido en mi caso. Ya puestos a aprovechar la mitomanía de la época, se podían haber metido a todos los monstruos de aquella época como Freddy Krueger y compañía (como ya hizo King en el libro pero con monstruos de terror del cine clásico). Supongo que le habría restado potencia al payaso Pennywise y de ahí que el director meta un cuadro que le daba miedo de joven. Eso, o es por falta de presupuesto, ya que el film solo ha costado 34 millones de dólares.

El payaso Pennywise en todo su mortal esplendor.

Siendo como es una película sobre la infancia, es de agradecer que sus protagonistas sean realmente niños. Más bien, actores perfectamente elegidos. Hacía tiempo que no veía un casting tan bueno y tan bien compenetrado, en la que hay que hacer mención especial al joven Finn Wolfhard como Richie Tozier y a la joven actriz Sophia Lillis como Beverly Marsh. Aun así, el resto de las personalidades, tan bien detalladas en la novela y en la miniserie, de la forma que tiene King de construir sus personajes, no parecen importar aquí demasiado. El resto de amigos, aunque simpáticos, quedan como meros comparsas. Ni siquiera Jaeden Lieberher como Bill Denbrough, líder del Club de los Perdedores, tiene la garra necesaria para el puesto. Y es que este club (no es una queja que conste), es mucho más de Musschetti que de King.


El club de los perdedores al completo.

It (Eso) es una adaptación muy fiel al espíritu del libro original. Ya se está preparando una segunda parte con los personajes ya adultos y para la que no han confirmado aún al director de esta. Eso si, aquí se nota el amor y la reverencia con que Muschietti maneja el material de Stephen King en esta película. Es cierto que propone alternativas (¿por qué no es Mike Hanlon el historiador cuando tiene más sentido? ¿Por qué Ben Hanscom no muestra su inclinación hacia la arquitectura? ¿O por qué Stan Uris ha perdido su afición a la ornitología?), pero no juega a disfrazar las cosas, el discurso y la fantasía de King están ahí y va más allá. Eso sí, hay que estar muy atento, porque casi todo se hace mediante detalles difíciles de detectar. El cuadro que hay en la biblioteca en el que aparece una mujer de espaldas haciendo un ofrecimiento de un bebé al pozo donde vive Eso, es una prueba de a lo que me refiero. Dura dos segundos y si te distraes…, te lo pierdes.

Otro fotograma clásico de It, de la New Line Cinema.

Al final, es fiel al tema principal de la historia que es el miedo. De los miedos de los niños, de las pesadillas infantiles, de la maldad que no sabes que existe hasta que empiezas a crecer y te asomas a ver la oscuridad y la violencia que nos rodea. Esta, por tanto, es una película sobre la madurez, sobre ese último verano en el que tienes derecho a ser niño. La ternura, la sensibilidad y sentido del humor con que están manejados todos estos sentimientos –sin dejar de estar enmarcados dentro de una película aterradora– destacan en toda la aventura. El payaso Pennywise no tiene la oportunidad de brillar en la medida en que lo hacía Tim Curry: Bill Skarsgård se limita a hacer bien su trabajo y deja el protagonismo en manos de los consabidos efectos digitales que lo canibalizan todo hoy día. Si, da miedo, pero sus apariciones son contadas y se sacrifica en beneficio del producto final, cosa que me dejó un sabor agridulce. Ese payaso, se merecía un par de secuencias impactantes más que nos lo dejasen en la retina para siempre. Ese es precisamente, el lado en el que cojea la historia.

Segundo tráiler extendido de It.

Poster de It.

It (Eso) es una película muy cercana, muy comercial, muy terrorífica y muy “bonita”. Este adjetivo puede parecer contraproducente en un filme de horror, pero no, Muschietti logra que suframos tanto como disfrutamos de ese verano, ese compañerismo, ese amor preadolescente. It (Eso) es, en resumen, una gozosa experiencia cinematográfica, amena y aterradora.

Gracias por leer esta entrada.

‘El otro guardaespaldas’: una comedia predecible, divertida a ratos y cuya mayor virtud, es el carisma de sus actores principales.

‘El otro guardaespaldas’: una comedia predecible, divertida a ratos y cuya mayor virtud, es el carisma de sus actores principales.

Fotograma de la película. (Warner)

Es extraño encontrar hoy, películas en las que simplemente te diviertas sin pensar en nada más. Antiguamente había montones de films similares a este, pero hoy día es toda una rareza. No os vayáis a pensar que es una joya entre el barro. El otro guardaespaldas es predecible, cíclica y reiterativa, pero también muy divertida y amena. Protagonizada por Samuel L. Jackson y Ryan Reynols, da exactamente lo que pretende: acción a raudales, alguna que otra risa y un par de carcajadas si te pillan desprevenido.

No sé porque, pero cada vez estoy más convencido de que la palabra «hijoputa», será lo que pongan en la lápida de la tumba de Samuel L.Jackson. Se tira todo el film con ella en la boca y si no te lo tomas a chufla, puedes acabar un poco cansado. ¡Nah! La peli no es tan larga. Como es recurrente en la filmografía de Jackson, el carismático actor (aún recuerdo su magnífico Zeus de La jungla III), se dedica durante toda la película, a ser, oh sorpresa, Samuel L. Jackson. Y se queda tan tranquilo, oiga. Tampoco es que Ryan Reinolds se esfuerce ni un ápice en su actuación. Ambos van en piloto automático, pero tienen una química tan estupenda que es imposible no sonreír en muchos momentos del film.

Tráiler de ‘El otro guardaespaldas’

Ryan Reynolds, copia la actitud sarcástica que ya exhibió en ‘Deadpool‘ aunque sin demasiadas ganas. Aquí anda metido en la piel de un neurótico escolta a quien se encomienda la tarea de trasladar a un volcánico asesino a sueldo (Jackson) desde una prisión de máxima seguridad en Mánchester hasta el Tribunal Internacional de La Haya, para que testifique contra el genocida ruso que encarna Gary Oldman. Este actor esta tan sobreactuado, como casi todos sus últimos films de los últimos años; grita más que en Air force one, que ya es decir. Lo que viene después es una carrera brutal y caótica a contrarreloj que se toma ciertos descansos aquí y allá que sirven para que ambos personajes conecten y se conozcan. ¡Que asombrosamente original!

Samuel L. Jackson y Ryan Reynolds, en ‘El otro guardaespaldas’. (Warner)

Las comedias de acción protagonizadas por parejas antagónicas, a menudo formadas por un hombre blanco y uno negro y/o uno que respeta las reglas y otro que no, eran en los ochenta, lo que se llamaba carne de videoclub. Esta podía haber sido una más en aquella época y pasar totalmente desapercibida, pero como ya no se hace este tipo de cine, ahora resalta no porque sea una gran película, sino porque es que es la única en su género. Además, ¡que demonios! ¡Para una tarde de domingo de palomitas y bebida del diablo, es más que suficiente! Si no le pides mucho a la vida, claro.

Aquí no vais a encontrar sutilezas ni maquinaciones que no se vean a la legua. Lo que encontrareis serán montones de «hijoputa», gags con mejor o peor suerte y la típica evolución entre dos personajes antagonistas que acabarán comprendiendo la visión de la vida del otro. Vamos, que nada nuevo bajo el sol. Pero eso si, si os van las explosiones, las carreras a lo loco por Ámsterdam, con coches, lanchas y motos, esta es vuestra película. Los que sean delicados de oídos deberían abstenerse, por la cantidad de tiros por segundo que se suceden sin parar en la pantalla en ciclos más o menos definidos.

Otro fotograma de la película. (Warner)

Prácticamente todas las escenas de acción están plagadas de efectos digitales baratos, y eso no sería algo necesariamente malo en una película que al menos en parte aspira a ser caricaturesca. El caso es que a ratos es increíblemente violenta, y a ratos busca nuestra conexión emocional dando a ambos protagonistas intereses románticos genuinos, o bien se pone moralista a través de imágenes de crímenes de guerra o de discursos sobre la ética del asesino.

Cartel de ‘El otro guardaespaldas’.

Hacía tiempo que no veía una película paródica con la que me lo pasara bien. El Otro Guardaespaldas no es más que otra cinta de comedia y no es muy destacable en algunos aspectos, pero es una cinta simpática y gamberra que se apoya completamente en su pareja protagonista y que consigue sacar una sonrisa al espectador. Al final, eso es lo único que parece querer este film.

Arkham – III – De la oscuridad en Estambul. Para detener el evento, solo sirve el lugar correcto.

Arkham – III – De la oscuridad en Estambul. Para detener el evento, solo sirve el lugar correcto.

Si quién se esconde tras esta historia de vileza, fuese un torpe mentecato, es muy posible que hubiera elegido estas cisternas situadas justo al lado de Haiga Sofia como lugar donde iniciar el último evento. El problema es que no es tan estúpido como muchos de sus seguidores y ayudantes. Sabe exactamente lo que está haciendo y retorcerá las normas del evento a su favor todo lo posible.

Nunca te fíes de un tahúr. Lleva jugando tanto tiempo a tantos juegos que la propia vida, se ha vuelto un juego suicida para él. Por supuesto, este no es el lugar donde debes buscar si quieres ganar.

Gracias por leer esta entrada.

 

Arkham – III – De la oscuridad en Estambul. Por ser mujer, no la creerán.

Arkham – III – De la oscuridad en Estambul. Por ser mujer, no la creerán.

Nacer con un don especial en un mundo y tiempo de hombres, siempre ha impedido a las mujeres fuertes de carácter, alzarse sobre los estúpidos prejuicios masculinos. Ella ve. Ve cosas que los demás no ven. Ella lo llama el velo de la realidad porque es lo más parecido, a lo que se pone para tapar su oscura tez. Sabe que el velo se debilita cuanto más terror inunda su corazón, y que por mucho que intente avisar a los demás, nadie lo aceptará. Ella es solo una mujer, ¿quién la va a creer?

Al poco de ver el velo casi desaparecer, deja de intentar avisar a los demás. Se da cuenta de que es inútil gritar. Descubre lo que ya intuía, que tras nuestra realidad, hay otra realidad. Que hay gente allí y que como ella, aterrados están. Lo mismo le da que nadie la vaya a escuchar: ella, no está sola ya. Los del otro lado lo están sufriendo igual y aunque en nada a un ser humano se puedan parecer, ella solo siente piedad. El terror es el mismo y no conoce de tipos de piel. El horror…, es universal.

Gracias por leer esta entrada.

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