Vivir en la ignorancia es la mejor de las vidas. Saber demasiado conlleva un gran poder y ya hemos oído eso en alguna parte. Por eso es hermoso verlos pasear tranquilos. Ajenos a la inmensa tormenta que se está formando y que se tragará la ciudad en breve, viven sus vidas como si nada. Todos pasean atareados. Piensan que sus problemas son los peores del mundo y que nadie les entiende. La mayoría están solos. Como islas en un inmenso océano que de tanto en tanto tienen la suerte de conectar.

Lo irónico es que lo sepan o no, el fin del mundo está cerca y lo que viene a comérselos, tiene un hambre voraz desde hace eones.

Gracias por leer esta entrada.

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