Esconderse, ser encontrado y huir. En algunos casos luchar, sangrar y sufrir. Cada día de cada mes, durante todo un año, defendiendo a la joven del sacrificio, de esos terroríficos seres que salen de las esquinas y que Cthulhu ha enviado para atraparla. Perseguidos y acosados por hechiceros poderosos. Agotados de tanto luchar, hay algún momento de inevitable derrotismo por el ansia de que todo acabe ya. Para bien o para mal.

La ciudad rosa parece haberse convertido en un infierno, en el que nadie se da cuenta de que hay una lucha diaria por la supervivencia de la humanidad. Ni Dioses ni hombres son de ayuda alguna. Solo hay una única esperanza. El esquivo lugar que tanto han buscado y del que solo hay leves referencias en boca de algún viejo monje budista. Encuentra el lugar sin esquinas, si quieres vivir para luchar en la batalla final.

Gracias por leer este post.

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