Solo un ignorante podría asegurar que vivimos en un universo sin reglas. Todos somos conscientes de las que nos afectan a diario, incluso las que no podemos ver, oír, tocar, paladear u oler. El problema es que hay muchas más reglas en este universo, de las que os podeís imaginar. Solo un evento con la capacidad de llegar a destruirlo, podría poner en evidencia que no solo las hay generales y para todo el mundo, también las hay muy específicas y, que solo afectan a los que han sido escogidos para esta contienda. Ellos dejaran de tener parcialmente libre albedrío, pero tened por seguro que hay buenos motivos para que esto ocurra.
La pregunta más inquietante que uno se puede hacer, en un evento en el que pierdes parte de tu libertad de elección es: ¿Quién pone las reglas?
¡Al fin! El primer post plenamente dedicado a la tercera parte de la finalización de la Trilogía Arkham, De la oscuridad en Estambul. ¡Si, había que hablar de las malditas reglas! Ja, ja, ja. Los que hayan leído De la oscuridad en París, sabrán de que hablo.
Gracias por leer este post.
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